El análisis de la carga institucional del Colegio Alianza Francesa
fue muy relevante para profundizar sobre algunas preguntas esenciales
para el desafío del encargo.
a) Como transferir a espacio arquitectónico, las tradiciones del
colegio, los valores franceses y la impronta en el sistema educacional.
b) La necesidad de rescatar las fortalezas arquitectónicas y
relacionales del actual colegio de Vitacura. En definitiva, reconocemos
que existe una manera apropiada de usar y de vivir el colegio.
El terreno posee condiciones contextuales específicas, que se toman en consideración para la generación del Partido. Se emplaza en una ladera soleada con una pendiente suave. Se reconoce un cordón de cerros hacia el sur poniente, y mas lejanos hacia el oriente, todos sin una gran preponderancia paisajística, sin embargo constituyen un respaldo espacial que se desahoga hacia el norte a favor de la misma pendiente. La configuración urbanística del barrio, hacen que la aproximación al terreno sea frontal y ascendente desde la Avenida Chamisero.
El propósito fundamental de la propuesta se basa en una ocupación territorial a modo de campus con diferentes «barrios», claramente diferenciados en uso y carácter. Estos territorios se ordenan, se organizan y se vinculan por medio de un gran espacio comunitario, como espina dorsal de todo el proyecto. Un epicentro cultural que alberga las Bibliotecas y el Teatro, es el elemento fundacional de la organización espacial del colegio, recreando arquitectónicamente los valores de Francia en el impulso de la cultura y el desarrollo del conocimiento.
Mención Honrosa
Año: 2011
Convocado por: Corporación Educacional Alianza Francesa de Santiago
Equipo: Gabriel Bendersky Assael, Richard von Moltke Cornils, Raimundo Jara Venegas, Carlos Vergara Echeverria
Colaboradores: Nicolás Tirapeguy Ibáñez, Soledad Ramos
Bull, Ximena Cantillano Barroso, Jean Claude Brunel Decap, Felipe
Zumaeta Guzman, Jose Figueroa Cerda
Localización: Chicureo, Santiago
Publicado en: Plataforma Arquitectura
