NuMu
DECLARACION CONCEPTUAL
El arte contemporáneo es el arte de nuestro tiempo, que refleja o guarda relación con la sociedad actual. El museo entonces es el soporte de exposición y difusión de aquel reflejo. La propuesta traduce a forma arquitectónica el concepto de reflexión en el amplio sentido de su significado.
El desafío de convivir de manera fronteriza en un parque que en sí es un espacio abierto con perspectivas despejadas y al mismo tiempo con el tejido urbano, sugiere que el edificio destaque como un ícono en el paisaje, pero al mismo tiempo dialogue respetuosamente con éste. Además, ofrece la gran posibilidad de convertir el proyecto en un acceso al parque y a la ciudad y que este mismo sea un lugar de transferencia cultural.
IMAGEN
Para el Museo las salas de exposición son el elemento fundamental y se hacen cargo de representar la imagen del edificio. Estos volúmenes puros poseen pieles reflectantes en base a paneles de acero esmaltado de alto brillo. Los de la piel vertical en diálogo con el entorno, poseen 27 pliegues en diferentes ángulos de inclinación alternados lo que produce reflejos fragmentados del entorno inmediato con un efecto cinético propio. Son fachadas en constante transformación, cambian según la luminosidad ambiente, la hora del día o el clima, como un verdadero caleidoscopio, pero se transforman también en relación al observador y sus movimientos. De esta forma el edificio, de proporciones importantes, se desmaterializa por el camuflaje efectista de los fragmentos visuales de los árboles, el cielo y el parque impregnados en su fachada. Igualmente fenomenológicos resultan ser los de las pieles inferiores de los volúmenes levitados. Estos en cambio, siendo lisos y planos, reflejan de manera absoluta al observador y al entorno donde ocurre un efecto de duplicidad objetual y espacial que apela a los sentidos del visitante, a su reflexión en relación a tiempo y lugar, a una observación diferente de la realidad, propio del arte contemporáneo. De esta forma y haciendo gala de su misión, el edificio en sí mismo se convierte en reflejo cultural que da cuenta en tiempo real del acontecer contextual. He ahí su identidad.
PROYECTO Y PAISAJE
La propuesta arquitectónica es en sí misma una declaración paisajística.
Las salas de exposición son la esencia del Museo y por ello estas se ponen de manifiesto mediante un volumen puro y reconocible que se representa conceptualmente en el aire para que el parque se mantenga casi intacto tocándolo al mínimo, haciendo un edificio “que flota” y que este fluya por debajo. Con esta acción, se genera una plataforma pública íntimamente conectada con el parque y que se transforma en la continuación del mismo, aportando lugares de intercambio social y cultural abierto a la comunidad entera. Esta plataforma actúa como una verdadera alfombra, un plano de pendiente mínima que se inflexiona a voluntad para construir en ella distintos lugares y momentos acorde al programa que la bordea. Conquista una superficie de 4.100 m2 y se conforma por un pavimento duro en base a pastelones romboidales color maicillo para lograr la fusión con los circuitos peatonales del parque. Se destacan cinco lugares principales en ella:
- La “Plaza del Arte”, en el epicentro, será un lugar propicio para acciones artísticas y diversos eventos culturales.
- Un jardín de taludes de césped y un patio duro arbolado, denominado “El Jardín de la Educación”, absorbe las expansiones del programa educativo.
- Un foro abierto complementa las actividades de extensión. Este dialoga vis a vis con la gran sala múltiple.
- Un gran espacio en el parque, que ofrece cobijo en la lluvia o sombra del sol, enmarca el paisaje y define espacialmente su acceso. Lo llamamos “Parque Cubierto”.
- “La Meseta de Esculturas”, un techo verde de 2.120 m2 ocurre en el estrato superior del volumen y ofrece vistas panorámicas a la ciudad, la geografía y el parque, mediante un paseo por un jardín de esculturas.
Numéricamente, estas acciones paisajísticas generan una superficie de espacio público de 6.220 m2 para la convivencia del arte y la naturaleza y le devuelven así al parque, la superficie completa destinada al proyecto.
ORGANIZACIÓN PROGRAMATICA
Reconocemos en NuMu dos piezas fundamentales: la Exposición y la Extensión. Se establece entonces una separación programática entre los recintos de educación y difusión (Centro de Extensión) y los de exhibición (Museo). En el partido general, esto se materializa en edificios independientes pero conectados y complementarios. La Sala de Uso Múltiple es un espacio jerárquico en el conjunto y se plantea como la vitrina del quehacer de la extensión de NuMu. Las Salas de Exhibición por otra parte, le otorgan al edificio su impronta formal. La plataforma pública de interacción cultural con la Plaza del Arte es el articulador de estos dos cuerpos.
RECORRIDOS
El recorrido del museo busca ser una experiencia vivencial. La Plaza del Arte se constituye como el gran atrio de entrada que comunica fluidamente al Lobby. Desde aquí se desciende a la Sala de Arte Sonoro o se asciende a un nivel único de Salas de Exposición a través de una escalera espiral de paso suave que permite un movimiento giratorio y de múltiples visuales que hace al espectador abandonar paulatinamente el pulso urbano para desembocar en un estrato suspendido. Un anillo conector de las tres salas completamente introvertidas neutras y controladas, es un remanso necesario, el lugar de descanso y pausa para la visita de las muestras museográficas que demandan concentración. Convida además a re-encontrarse con los tres hitos geográficos de Santiago y permite la visión panóptica y elevada de los eventos ocurriendo en la Plaza del Arte. El recorrido continúa por el helicoide exterior que nuevamente ofrece una experiencia de transformación permanente de la perspectiva y las visuales a través del movimiento, para culminar en la Meseta de Esculturas, un lugar excepcional para decantar lo aprendido en la muestra.